Estudiar, ¿para qué?

Liderazgo

Estudiar, ¿para qué?

¡Hola!

¡Quiero que el liderazgo aumente!

Siempre que interactúo con mis alumnos les pregunto para qué estudian y buscar tener un título. ¿Cuál es el propósito de estudiar?¿Qué es el trabajo? ¿Qué les hace felices? Lo hago adrede para dejar una semilla de inquietud en ellos y saber si buscan también ser felices en el trabajo.

El silencio es la respuesta usual que recibo, dudas o ideas que a todas luces no salen del corazón sino de la mente, que trata de racionalizar algo que no se pone en palabras.

Esto implica, desde mi punto de ver las cosas, que no tenemos el autoconocimiento vital para ser felices y valorar lo importante de la vida. Insisto, circulamos muy rápido y lo importante no lo vemos. “Lo esencial es invisible a los ojos”, nos decía Antoine de Saint-Exupéry en “El Principito” (1943).

Poseer claridad de propósito es el secreto del éxito. En mi caso deseo ser una buena persona que le aporte positivamente a todos aquellos con los que pueda interactuar, ya sea directa o indirectamente. Debo confesar que estoy muy lejos de lograrlo, pero lo tengo claro y me estoy enfocando en lograrlo.

Las respuestas de personas con responsabilidades en empresas globales y con personal a cargo giran, en la mayoría de los casos, en torno a ser mejores profesionales, tener mayor conocimiento, apoyar al crecimiento organizacional. Sobre la pregunta de qué es el trabajo, lo ven como un medio, algo que se debe hacer para vivir bien.

¿Qué les hace felices? Nos dicen que lo que les hace felices es ser exitosos. Por supuesto que respeto estas ideas, pero me gustaría ahora agregar asuntos que se olvidan y que he descubierto conforme me hago viejo.

Liderazgo de servicio

El propósito de prepararse en cualquier campo debe ser el de convertirse en una mejor persona y servir al prójimo. Punto. Hay un poder especial en el ser humano que proviene del liderazgo de servicio.

En el trabajo el objetivo no puede ser el dinero. Es servir a los demás. Debemos entender que el servicio viene antes de las recompensas. Que las personas y sus talentos vienen antes del dinero. El éxito no es ni más ni menos que marcar una diferencia positiva en los demás.

El trabajo es algo aterrador por la responsabilidad que conlleva. Pero también es la oportunidad que se nos otorga de mejorar la calidad de vida, de empujar a la gente a cimas que nunca se imaginaron. Impulsar a los que están más abajo, acompañarlos y brindarles seguridad. Esto se hace un día a la vez, ¡todos los días!

¿Títulos, posiciones?

Es usual que deseemos subir en las organizaciones…pero les comparto un secreto a voces: ¡nadie sigue a un título!

Las personas seguimos el valor y la integridad. Esto implica que los verdaderos líderes se convierten en personas de influencia independientemente del lugar que ocupan en el organigrama. Nuestra influencia no está vinculada a nuestros títulos o a nuestros reconocimientos.

¡Dejémonos de mates! como decía mi madre. Cuando nos ofrecen un mejor puesto que pague más o que tenga una mejor oficina, un parqueo bajo techo o una mejor bonificación, pensemos si allí impactaremos mejor a las personas y si seríamos felices.

Si dudamos un minuto, les aseguro que no conviene. Si no estamos dispuestos a servir, estoy seguro que no vamos a servir en ese lugar o posición por más privilegiada que sea.

Insisto en este tema porque me molesta ver lugares de trabajo en donde las personas no son felices y, por tanto, no hacen su trabajo con espíritu de servicio. Estoy deseoso de que se tome conciencia y avancemos hacia mejores organizaciones, donde se la pase uno pura vida.

¡Abrazo!

Rodolfo Cruz Naranjo

PD.

Comments (3)

  • Cruz vea cada vez una persona más madura e integra en tus comentario eso me hace saber que durante el tiempo has hecho las valoraciones necesarias y has entendido que en la vida podemos influir mucho en la personas , me encantan tus publicaciones soy tu fan de verdad

    Saludos Amigo

  • Como siempre excelente tu Blog.
    Totalmente de acuerdo que nadie sigue un título pero lamentablemente muchos empleadores no lo han entendido y obligan a sus colaboradores a obtener posgrados, por tal razón hay un montón de personas infelices estudiando para mantener sus puestos de trabajo, en vez de invertir ese tiempo en mejorar sus habilidades blandas

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