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Es necesario analizar más que cifras

Cuando las razones financieras no tienen la razón

¡Hola!

Esta semana es especial ya que estoy iniciando cursos en la U. Se siente emoción al saber que hay una nueva oportunidad de aportar algo de mi experiencia al conocimiento de mis alumnos y, a la vez, un gran temor por la responsabilidad que esto conlleva.

En Gerencia Financiera siempre comenzamos revisando el análisis de estados financieros; con herramientas analíticas se estudia e interpreta la información con el fin de identificar y diagnosticar problemas y, en consecuencia, áreas de mejora.

A pesar de tener experiencia en el campo, producto de haber laborado en banca, en empresas comerciales, agrícolas e inmobiliarias, sumado a la docencia en las finanzas, no hay forma de que las razones financieras llamen mi atención. No me mal interpreten, pero sigo sin entender porqué se le da tanto énfasis a lo que un índice de liquidez, de rentabilidad o de margen pueden significar, por ejemplo, para una institución financiera al otorgar o no un crédito.

Es necesario analizar más que cifras

En vista de esto, les comparto un ejercicio de análisis que cumple con todo lo financieramente relevante, sin siquiera ver un número. Voy a imaginarme que estoy ante una solicitud de crédito para una expansión de un restaurante, para lo cual, como lo indica la norma, tenemos estados financieros de los últimos tres períodos fiscales (ojalá auditados) y un corte reciente, detalles de las participaciones accionarias hasta la persona física, informe de comportamiento de pago histórico, plan de negocio y flujos de caja proyectados.

Antes de sentarme a leer y analizar la posición financiera, el resultado de la operación, la estructura financiera y otros, me voy a almorzar. ¿Dónde? Obvio: ¡Al restaurante!

Al llegar me encuentro con lo siguiente:

El ingreso al local es un poco lento ya que el parqueo está con poca disponibilidad, pero se nota que el muchacho que ayuda con la asignación disfruta conversar con la gente y me pide con buen tono que le otorgue un momento para acomodar bien. Una vez que parqueo, ingreso y me doy cuenta de que está lleno y debo esperar un poco a que se me asigne una mesa. Desde ese momento se empieza a sentir una “vibra” positiva sobre la factibilidad de otorgar el crédito.

Una vez que me acomodo y toman mi orden empiezo a observar. Las mesas que están ocupadas tienen comensales que se ven alegres y que comparten un tiempo ameno. Los meseros son respetuosos y los clientes les dejan buenas propinas, la comida tarda lo justo y está sabrosa, las instalaciones son sobrias pero bien bonitas, los servicios sanitarios impecables.

Inmediatamente me percato de que tengo razones convincentes para aprobar el crédito.

De lo descrito se observa la capacidad de generar flujos para el repago, ya que la demanda existe y es bien atendida. La posibilidad de que visitemos de nuevo el lugar es real. Los empleados están contentos y el cliente NO puede estar más contento que los colaboradores, así que eso es muestra de sostenibilidad de negocio y de que el propósito estratégico se vive. El detalle del baño puso el broche de oro. Si la administración le presta gran atención al estado de los servicios sanitarios, no creo sea necesario visitar la cocina.

¿Qué quería mostrar con esto?

Una vez más no hay que tomarse los números tan en serio.Las razones financieras que muchos idolatran no miden los verdaderos drivers de valor en las empresas. No miden la satisfacción del cliente, de los colaboradores, los grados de innovación, la calidad, los niveles de liderazgo.

Debemos darnos el chance de conocer y entender los negocios y a las personas que los dirigen. Los indicadores no financieros son los que unen la ejecución con el desarrollo de los objetivos estratégicos de largo plazo. Sin lugar a dudas, son los que en definitiva dan luz sobre el futuro desempeño financiero. Si me quedo solo con la revisión de los números en la oficina, no hubiese vivido la experiencia. Si no se vive la experiencia, el criterio de decisión puede ser muy errado.

Antes de cualquier cosa, tómese un buen café y conozca de primera mano.

¡Saludos!

© Rodolfo Cruz Naranjo 2024