Liderazgo

La verdad sobre por qué no logramos cumplir propósitos de año nuevo

¡Hola!

Este diciembre conversamos sobre temas que nos ayudarán a tener un gran 2019, siendo mejores personas, fundamentando así un buen liderazgo. En esta época recapitulamos sobre lo acontecido y nos proponemos nuevos objetivos. Entonces, es momento de revisar si logramos cumplir propósitos del 2018.

Existe la probabilidad de que a estas alturas nos demos cuenta que no logramos lo acordado para el nuevo año, que ya hoy es viejo. A la mayoría nos pasa o nos ha pasado que no cumplimos con todo lo que nos propusimos hacer.

El propósito de la vida

Del latín propositum, el propósito es la determinación firme de hacer o dejar de hacer algo. Es un objetivo que se desea alcanzar y que requiere esfuerzo y sacrificio. ¡Y de fijo a inicios de este año teníamos el deseo de cumplir con algo!

El propósito de todo ser humano es el sentido que le damos a nuestra vida. Quién soy, de dónde vengo, para qué estoy aquí y hacia dónde voy son algunas preguntas que debemos responder para encontrar el nuestro. Pero no necesariamente hay respuestas precisas. No obstante, buscarlas nos impulsa. ¿Se ha contestado usted con claridad estas inquietudes?

Razones por las que no cumplimos nuestros propósitos

En la antesala del 2019 es normal que nos propongamos nuevos proyectos. A partir del 1º de enero tenemos un nuevo punto de partida, una oportunidad para hacer todo lo que no hicimos antes.

Problema 1: ¡Toooodo lo que queremos hacer puede ser demasiado! Entonces, al momento de ejecutar, la disciplina va disminuyendo conforme visualizamos lo lejos que estamos del logro.

Solución: Enfoque. Defina un número razonable de metas que sean prioritarias y concéntrese en ellas. Menos es más!

Problema 2: Nos proponemos metas demasiado ambiciosas en cuanto a tiempo y logros.

Solución: Tener metas de corto plazo para un propósito mayor. Identifique ese propósito y busque pequeñas victorias. Por ejemplo, en lugar de intentar bajar 12 kg de un solo, propóngase bajar 1 kg al mes.

Problema 3: Pensamos que basta con proponernos algo para conseguirlo.

Solución: Efectivamente el primer paso es tener la intención. Pero debemos ser consistentes y trabajar. Un día a la vez. Un ladrillo al día. Crear los hábitos necesarios y aprovechar el tiempo.

Problema 4: Cuando las cosas no salen como deseamos o cometemos errores, es fácil dar excusas, culpar a otros o pensar que las circunstancias estaban en nuestra contra.

Solución: Asuma su responsabilidad. Y no le eche la culpa a nadie. Si los tiempos son malos, ¡mejórelos!

Usted es el responsable.

La disposición a aceptar nuestra responsabilidad y mostrar iniciativa depende de nuestros pensamientos y actitudes. ¡Y es en esto en lo que debemos trabajar fuerte!

Vamos a hablar como se hablan los amigos: solo progresamos en la vida cuando nos responsabilizamos de nuestras acciones y actitudes. ¡Cuando tenemos los huevos necesarios para modelar nuestras propias circunstancias! 

No afloje. Luego de definir qué quiere hacer, ¡póngase manos a la obra y haga algo!

Un abrazo,

Rodolfo