Etiqueta: liderazgo

No se vale pasarla mal en el trabajo

¿Mejores líderes o más doctores?

¡Hola!

Hay muchos estudios que nos demuestran que la calidad de relaciones son al final de cuenta, lo que hace de una vida algo placentero o lo contrario algo desagradable y enfermizo (estresante). Para cualquiera de los dos casos se requiere tiempo y esfuerzo. El primero para fortalecer y el segundo para salir corriendo.

Dado que la vida que tenemos es limitada y se va como agua por los dedos, no se vale que en las organizaciones el convivir y el trabajo nos hagan infelices con gente tóxica. Más aún cuando aproximadamente un 55% de nuestros días se nos irán precisamente trabajando.

No se vale pasarla mal en el trabajo

Crear conciencia sobre la importancia de brindar espacios de trabajo, que valgan la pena para las personas es un tema que siempre tengo presente. Que los líderes por medio de la inspiración motiven de verdad.

Bertie Charles Forbes (1880-1954), escocés, periodista financiero y quien fundó la conocida revista Forbes, ya nos lo decía en la primera edición en 1917. Desde ese momento nos enseñó que “Las empresas nacen con el fin de producir felicidad, no una pila de millones”.

Mi preocupación surge de ver cómo, debido a las malas relaciones, no se logra ese disfrute laboral que podría permitirnos cumplir propósitos más grandes que nosotros mismos. Como digo decentemente: ¡manda huevo que no se dé!

Soy un apasionado de la buena gestión y si se quiere un poco romántico. Estoy más que convencido de ideas fuertes, que con mucha vehemencia nos recuerda Tom Peters, autor de varios libros de grán éxito en temas de negocios. Una es que las compañías deben ser una bendición para sus colaboradores, sino no tienen ningún sentido. Hacer algo que no se ama es sinónimo de estrés.

Que tengamos esa dicha o no depende de quién dirige. Y estoy seguro que no lo tenemos presente.

Definamos qué es el estrés

El mobbing o acoso laboral es algo detestable pero muy común. Es resultado de no ser líder y a la vez ser un pésimo jefe. Es una de las principales causas de la enfermedad del Siglo XXI, siendo esta el estrés.

El estrés es un estado de cansancio mental, provocado por la exigencia de un rendimiento muy superior al normal. Suele provocar diversos trastornos físicos y mentales.

El estrés laboral es un tipo de estrés que se da en el ámbito laboral. Puede provocar saturación y/o colapso físico y mental en el trabajador que lo padece, afectando el resto de ámbitos de su vida.

¡Vean el poder que se nos otorga cuando tenemos un puesto de liderazgo!

Causas del estrés laboral

  • Falta de liderazgo en los funcionarios que tienen personal a su cargo o cargos de dirección. Esto entre otras cosas por la ausencia de Inteligencia Emocional.
  • Sobrecarga de funciones en el puesto laboral y a la ambigüedad de las funciones. Esto ante un desconocimiento de los verdaderos requerimientos del puesto.
  • Falta de motivación intrínseca hacia el trabajo, así como la ausencia de incentivos perdurables.

Las consecuencias del estrés laboral pueden ser de tres tipos:

1. Consecuencias cognitivas

Estudios han demostrado que el estrés genera problemas de concentración, de memoria, falta de atención en los temas importantes del trabajo e incapacidad para realizar varias tareas a la vez.

2. Consecuencia físicas

Los mismos estudios han encontrado que el estrés laboral genera insomnio, frecuencias cardiovasculares anormales, hipertensión y diabetes, problemas de tiroides, dolores de cabeza y cefaleas permanentes por tensión.

3. Consecuencias emocionales

En esta categoría se incluyen ataques de pánico, ansiedad, depresión y labidad emocional. La labidad emocional es un conjunto de alteraciones en la manifestación de la afectividad: llantos, risas sin control, respuestas emocionales desproporcionadas como reacción a la afectación física. En ningún caso significa que exista un auténtico problema psiquiátrico.

Las empresas nacen con el fin de producir felicidad, no una pila de millones. Click To Tweet

El precio de ser un mal líder es caro

Como ven, el impacto de ser un imbécil con la gente es grande. No debemos olvidar que el arte de gerenciar y la oportunidad que se nos brinda cuando nos permiten dirigir personas es el “pináculo del logro humano” (Tom Peters).

El éxito de mediano y largo plazo será el resultado de nuestra dedicación al crecimiento de los miembros del grupo, como individuos y como colaboradores de una organización excelente.

Es realmente simple entonces: las vidas de miles de personas pueden ser mejores por nosotros: los administradores.

¡Abrazos!

Rodolfo Cruz N.

Pd. Conversemos sobre cómo mejorar las vidas de quienes trabajan con nosotros en el seminario que estoy organizando. Vamos a pasárnosla súper bien y usted saldrá con ideas prácticas para motivar a su equipo a través del liderazgo. Puede solicitar información o inscribirse aquí.

¿Títulos, posiciones?

Estudiar, ¿para qué?

¡Hola!

¡Quiero que el liderazgo aumente!

Siempre que interactúo con mis alumnos les pregunto para qué estudian y buscar tener un título. ¿Cuál es el propósito de estudiar?¿Qué es el trabajo? ¿Qué les hace felices? Lo hago adrede para dejar una semilla de inquietud en ellos y saber si buscan también ser felices en el trabajo.

El silencio es la respuesta usual que recibo, dudas o ideas que a todas luces no salen del corazón sino de la mente, que trata de racionalizar algo que no se pone en palabras.

Esto implica, desde mi punto de ver las cosas, que no tenemos el autoconocimiento vital para ser felices y valorar lo importante de la vida. Insisto, circulamos muy rápido y lo importante no lo vemos. “Lo esencial es invisible a los ojos”, nos decía Antoine de Saint-Exupéry en “El Principito” (1943).

Poseer claridad de propósito es el secreto del éxito. En mi caso deseo ser una buena persona que le aporte positivamente a todos aquellos con los que pueda interactuar, ya sea directa o indirectamente. Debo confesar que estoy muy lejos de lograrlo, pero lo tengo claro y me estoy enfocando en lograrlo.

Las respuestas de personas con responsabilidades en empresas globales y con personal a cargo giran, en la mayoría de los casos, en torno a ser mejores profesionales, tener mayor conocimiento, apoyar al crecimiento organizacional. Sobre la pregunta de qué es el trabajo, lo ven como un medio, algo que se debe hacer para vivir bien.

¿Qué les hace felices? Nos dicen que lo que les hace felices es ser exitosos. Por supuesto que respeto estas ideas, pero me gustaría ahora agregar asuntos que se olvidan y que he descubierto conforme me hago viejo.

Liderazgo de servicio

El propósito de prepararse en cualquier campo debe ser el de convertirse en una mejor persona y servir al prójimo. Punto. Hay un poder especial en el ser humano que proviene del liderazgo de servicio.

En el trabajo el objetivo no puede ser el dinero. Es servir a los demás. Debemos entender que el servicio viene antes de las recompensas. Que las personas y sus talentos vienen antes del dinero. El éxito no es ni más ni menos que marcar una diferencia positiva en los demás.

El trabajo es algo aterrador por la responsabilidad que conlleva. Pero también es la oportunidad que se nos otorga de mejorar la calidad de vida, de empujar a la gente a cimas que nunca se imaginaron. Impulsar a los que están más abajo, acompañarlos y brindarles seguridad. Esto se hace un día a la vez, ¡todos los días!

¿Títulos, posiciones?

Es usual que deseemos subir en las organizaciones…pero les comparto un secreto a voces: ¡nadie sigue a un título!

Las personas seguimos el valor y la integridad. Esto implica que los verdaderos líderes se convierten en personas de influencia independientemente del lugar que ocupan en el organigrama. Nuestra influencia no está vinculada a nuestros títulos o a nuestros reconocimientos.

¡Dejémonos de mates! como decía mi madre. Cuando nos ofrecen un mejor puesto que pague más o que tenga una mejor oficina, un parqueo bajo techo o una mejor bonificación, pensemos si allí impactaremos mejor a las personas y si seríamos felices.

Si dudamos un minuto, les aseguro que no conviene. Si no estamos dispuestos a servir, estoy seguro que no vamos a servir en ese lugar o posición por más privilegiada que sea.

Insisto en este tema porque me molesta ver lugares de trabajo en donde las personas no son felices y, por tanto, no hacen su trabajo con espíritu de servicio. Estoy deseoso de que se tome conciencia y avancemos hacia mejores organizaciones, donde se la pase uno pura vida.

¡Abrazo!

Rodolfo Cruz Naranjo

PD.

La historia de don Mingo

Don Mingo y la analogía del bosque

Hola!

Mi abuelo utilizaba muchos refranes populares para darle fuerza a sus mensajes. Conversando de gestión empresarial, recuerdo que siempre me decía, “hay que cuidar los pequeños cincos, ya que los grandes se cuidan solos” tratando de hacerme entender la importancia de la mesura y el ahorro.

A pesar de su sabiduría y la experiencia que los años otorgan, con este consejo creo en particular que se equivocó.

Como comento en un blog anterior, sobre cuál es el objetivo de una empresa, los indicadores financieros nos distraen de gestionar lo verdaderamente importante, que son aquellos recursos o capacidades diferentes que las organizaciones poseen para asombrar y emocionar a sus clientes, entregando un alto valor en sus productos o servicios.

Por si no lo recuerdan, las decisiones de compra son más emocionales que racionales.

Me explico, ¡al estilo del abuelo con un ejemplo!

En las empresas agrícolas se trabajan una serie de actividades que desencadenan y afectan todas las otras, y por su relevancia se deben conocer y administrar de la mejor manera. Esto obliga a la administración a entender el negocio como un todo para saberlas identificar e interpretar.

En muchos cultivos, por ejemplo, el 100% de las labores que se realizan en todo el ciclo de producción dependen de equipo agrícola e industrial, que se utiliza desde la preparación de los suelos, en las labores de siembra, desarrollo y mantenimiento del cultivo, hasta la cosecha, el empaque, el transporte y despacho al cliente o al puerto (si son productos de exportación, etc.).

La buena o mala utilización del equipo se mide con un indicador que se llama “Disponibilidad de Horas Máquina”, que debe ser lo más alto posible.

La historia de don Mingo

En una empresa que conozco, Mingo, Jefe de Taller, a quien se le recuerda con cariño -por su pericia técnica, don de mando y estilo de liderazgo- lograba mantener, junto con su equipo de mecánicos, una disponibilidad de horas máquina por encima del 95%.

Esto es igual a que de un día completo, los equipos estaban disponibles para el trabajo 22 horas y 48 minutos. Sin lugar a dudas es un porcentaje digno de admiración; en términos financieros muy eficiente y para la operación de una compañía altamente eficaz.

Como buen colaborador, aparte de un buen salario, tenía otros beneficios laborales como disponibilidad de un vehículo de uso discrecional, casa de habitación, alimentación, servicio de limpieza, lavado de su ropa y hasta la posibilidad de retirarse temprano los viernes, por cuanto vivía solo, lejos de su familia y seres queridos.

Mingo, con su excelencia en el desempeño de sus obligaciones, permitía que la operación y administración de la finca fuera sumamente “sencilla”, sin sobresaltos y por ende los distintos (y tan famosos!!) indicadores de gestión fueran favorables y positivos la mayor parte del tiempo.

Sin embargo, no podía seguir igual…

Esto era así hasta que, por un cambio de circunstancias, la administración fija su enfoque en lo no importante. Llegaron nuevos responsables y se pusieron manos a la obra para mejorar los resultados. Se dedicaron entonces a ver y tratar los árboles sin prestar atención al bosque!

Probablemente, con un bien intencionado propósito de contribuir con mejorar las utilidades de operación, disminuir costos, salidas de efectivo y lograr eficiencias de las diferentes tareas, iniciaron un proceso de revisión y control de costos, línea por línea en la empresa.

Es más sencillo en las empresas bajar gastos que generar nuevos ingresos. Se recortaron egresos en el uso de vehículos, atenciones y beneficios a empleados y solicitaron a Recursos Humanos que controlaran mejor el cumplimiento de los horarios de trabajo.

Sobra decir lo que ya han visualizado.

Pues como era de esperar, Mingo se retiró de la organización debido a que la reciprocidad en el trabajo debe darse en las dos vías (empresa / colaborador) y el propósito que se compartía a nivel cultural, que era muy fuerte, de ser los mejores en la entrega de la mejor fruta posible se desvió a favor de la mejor fruta, pero más económica.

Esto es dejar de ver el bosque y concentrarse en los árboles. Siempre hay algunos arboles que incomodan y que estorban mientras se vean de manera individual, pero forman parte de un todo y su evaluación debe darse en consecuencia.

Con la toma de decisiones financieras, derivado del análisis microeconómico, sus resultados se analizan marginalmente. Esto quiere decir que si los beneficios superan los costos, se genera valor y por ende hay luz verde para proceder.

Cuando se valoraron los costos línea por línea en mi ejemplo, no se entendió, o ni siquiera se conocía, el impacto de una excepcional disponibilidad de horas máquina.

Un 1% menos de disponibilidad representaba costos superiores a los US$125 mil en alquiler de equipos sustitutos, pérdidas de eficiencia del cultivo, calidad o inclumplimientos en las entregas de frutas contratadas. El costo (INVERSION) en beneficios extra del Taller tenían un TIR muy muy alto.

Con el cambio detallado, las decisiones no contemplaron el impacto en el verdadero driver de valor que sostenía la integridad de la operación…. don Mingo!!

Entonces, con vehemencia les pido…

Con un amplio conocimiento del modelo de negocio, dedíquense a incrementar o sostener la primera línea del Estado de Resultados, visualizando y sosteniendo a quien o quienes manejan y hacen la diferencia con lo que es realmente valioso.

Háganles saber lo importantes que son, háganlos sentir bien y prémienlos acorde a su esfuerzo. No vaya a ser que por cuidar los pequeños cincos, los grandes se pierdan!

Abrazos,

agricultural-machine-agriculture-automotive-327378

¿Cómo construir un mejor futuro? Constrúyalo desde el presente.

El mejor libro de Liderazgo… en 1936, 1987 y hoy

¡Hola!

Hace algunos días, compartiendo en una agradable conversación, me preguntaron cual había sido el mejor libro de liderazgo que he leído. Después de pensarlo un poco, ya que han sido muchos y de excelentes autores, sin lugar a dudas uno en particular sobresale por encima de todos.

¿Por qué lo encuentro fascinante?

Primeramente, por su edad. Se publicó en octubre de 1936, el mismo año en que la BBC retransmitió un discurso del Rey Eduardo VIII de Inglaterra anunciando su abdicación a favor de Bertie, su hermano menor, Jorge VI, motivado por su intención de casarse con Wallis Simpson, una norteamericana divorciada y que nos inicia en la trama de la excelente película “The King´s Speech” (El Discurso del Rey) ganadora de 4 premios Oscar en el 2011.

Tiene entonces nada más y nada menos que 82 años y aún hoy sigue vigente, enseñándonos sobre las relaciones humanas, la habilidad para tratar con las personas y el liderazgo. El interés por la gente es atemporal.

En segundo lugar, porque lo leí por primera vez en 1987, durante el curso de “Relaciones Humanas y Comunicación Eficaz” que mi madre (qdDg) me obligó llevar, y que se le agradecerá por el resto de mi vida.

Finalmente, por la forma sencilla de presentarnos sus mensajes, que aún hoy en el año 2018 pueden hacer la diferencia si los interiorizamos y desarrollamos respecto de las leyes universales del trato personal, las claves de influencia real y sincera y las bases del ser líder.

Ser un líder NO es algo complicado, lo complicado es tomar la decisión de serlo y hacerlo! Se debe entre otras cosas, cambiar la actitud y la conducta del prójimo dejando un rastro de pequeñas chispas de gratitud diarias que inspiren.

¿Cual es entonces ese Libro?

Es “Cómo ganar amigos e Influir sobre las Personas” de Dale Carnegie. Creo puede cambiarte la vida si “tienes un profundo e impulsivo deseo de aprender a aumentar tu capacidad de relacionarte con los demás” como el mismo autor nos recomienda. Básicamente nos presenta técnicas para tratar con el prójimo, maneras de agradar a los demás, lograr que piensen como uno y cómo ser una mejor persona y por ende mejor líder.

Su idea central gira en que, si deseamos ganar la simpatía de los demás y contribuir a que sus vidas sean mejores, lo que debemos hacer es entender que el ser humano desea ser importante, ser feliz y ser apreciado. Si logramos que quienes nos rodean sientan ello cuando están con nosotros entonces no hay nada más que hacer. Se habla mucho del amor propio y conocerse, de cómo dejar de lado nuestro ego para abrir espacio a la escucha, a la comprensión y al interés por los demás, fundamentos de las buenas relaciones humanas.

¿Que quiero?

Mi deseo es que usted lo busque y lo lea; si ya lo hizo, que lo repase y en cualquiera de los dos, que hagamos el esfuerzo para aumentar nuestra influencia en los demás por medio del autoconocimiento. Por ello solo mencionaré un consejo que nos hace el Sr. Carnegie al inicio de la obra que es: No critique, no condene ni se queje.

Cuando criticamos lastimamos el orgullo, herimos sentimientos y se despiertan los resentimientos. Debemos recordar que al relacionarnos con las personas tratamos con emociones, orgullos y vanidades. Por ello, ¿Qué cuesta hacer sentir importante al prójimo y cumplir su anhelo de ser apreciado?

No critiquemos ni condenemos, por el contrario, despertemos el entusiasmo en los demás por medio del aprecio y el aliento sincero. El mismo Dios, Señor, no se propone juzgar al hombre hasta el final de sus días. Entonces, ¿por qué hemos de juzgarlo usted o yo?

Abrazos,

P.D. Sí!!!! Soy poseedor de un ejemplar de 1957

Dale 1957

  • 1
  • 2

© Rodolfo Cruz Naranjo 2024