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aprender a disfrutar la vida

La vida se nos escapa sin sentido ni propósito

¡Hola!

Mi abuelo de niño me decía que tenemos que aprender a disfrutar la vida. Así es, se puede y se debe, pero para ello debemos tomar conciencia y esforzarnos de manera intencional. Respecto al consejo del viejo, creo que lo he defraudado un poco, pero… ¡que no le pase a usted!

La vida se nos escapa y no lo notamos

Vamos muy rápido por la vida y no nos detenemos a apreciar lo que nos ofrece. ¿No les parece que a veces vivimos nuestras vidas a través de la pantalla de nuestro smartphone? Tomemos como ejemplo nuestra interacción con el arte.

Terminé hace pocos días la lectura de la biografía de Leonardo da Vinci (Walter Isaacson, 2018) y quedé impresionado de lo brillante que fue. Creo tuvo más que una vida plena. Dotado para las artes como para las ciencias, conocido como pintor, pero destacado también en arquitectura, escultura, filosofía, ingeniería, anatomía, la música y la poesía entre otras muchas.

La majestuosidad de sus obras asombraron a sus contemporáneos y llevaron el arte a una nueva era que aún hoy se disfruta y estudia más que nunca.

Más impactado quedé de mi ignorancia sobre el renacimiento (siglos XV & XVI), época muy relevante de la historia donde se difundió el humanismo que determinó una nueva concepción del “ser” humano y del mundo.

Sumado a esta falta de conocimiento recordé, una vez más, que la vida se me va y que no estoy aprovechándola al máximo. Me hace falta disfrutar mucho más de las cosas. ¡Sí, eso redescubrí al conocer más del legado de Leonardo!

Cuando observamos las grandes obras que personas como da Vinci nos han heredado, muchos lo único que hacemos es eso… observar. No las interiorizamos ni intentamos entender al artista. Tenemos que aprender a disfrutar de la vida.

A muchos visitantes de museos como el Louvre, MOMA, El Prado, de Arte Costarricense o cualquier otro, nos sucede que la primera acción en automático que hacemos es sacarnos un selfie con el cuadro, objeto o escultura.

El proceso se repite para muchos: darle la espalda a la obra, comprobar en la pantalla del celular nuestro encuadre con la obra maestra, dar el clic y tomada la foto, revisarla para ver que hayamos salido bien y luego, seguir caminando por allí como si nada. Esto último no sin antes haberla publicado en nuestras redes sociales y estar atentos a los likes.

En ningún momento de la maniobra descrita se siente la necesidad de apreciar lo que el artista deseaba mostrar. La coreografía de su acción, el matiz de los colores, la historia que cuenta, los detalles ocultos.

Sorprende que, en cierto sentido, la pintura ni importa, ya sea de Leonardo, Miguel Angel, Kahlo, Warhol, Paco Zúñiga o Rafa Fernández.

La obra de arte se ha convertido solamente en un objeto, y el selfie existe nada más para demostrar que la persona que lo ha tomado se encontraba aunque sea, por un momento, en el mismo espacio físico de ese objeto.

En vez de ser un instrumento de disfrute y que le sume a nuestra existencia, es solo una cosa más. Es igual con la VIDA, la desperdiciamos sin apreciarla; se nos olvida que es finita.

Aprender a disfrutar la vida

Creo que los días se nos van en piloto automático, corriendo de un sitio a otro, cumpliendo tareas, resolviendo problemas y nunca paramos.

Ponemos nuestra app de ruta y no la cuestionamos, sólo conducimos mientras nuestra atención y pensamientos divagan sin rumbo. Dejamos de estar, ver y disfrutar el ‘presente’ que se nos muestra. ¡Una voz robotizada es la que nos dirige!

¿Realmente estamos tomando control de nuestras decisiones, aprovechando la tecnología o simplemente cada vez pensamos menos?

Hay que detenerse y apreciar lo esencial. Para lograrlo debemos tener autodisciplina y así convertirlo en un hábito. Les recomiendo los siguientes 4 pasos:

  1. Aprender a apreciar las cosas con todos nuestros sentidos: su trasfondo, su tamaño, su forma, su intensidad, las sensaciones que nos generan… cuando realmente tenemos conciencia de ellas cobrarán la relevancia que se merecen.
  2. Disfrutemos del proceso: veamos, sintamos, decodifiquemos hasta analizar, comparar, sintetizar para, con apoyo de nuestra experiencia y conocimientos, dirigir nuestra atención y con ello nuestros pasos en la vida.
  3. Compartamos nuestras vivencias con los demás: el hecho de intercambiar opiniones con otras personas sobre las cosas y situaciones que nos rodean nos puede ayudar a tener una nueva visión, una nueva experiencia. Cuando compartimos con los demás crecemos.
  4. El tiempo que nos queda es incierto: lo que hemos vivido es lo que marca nuestra existencia. Nuestra vida es un cronómetro y no sabemos cuando se detendrá. Asegurémonos de vivirla bien y de apreciar todo lo que nos rodea. Mejor aún si es con nuestros seres queridos.

Que no se nos olvide aprender a disfrutar la vida, es sólo una y es nuestra. Si no lo hacemos, la vida se nos escapa sin sentido ni propósito y no es lo que los abuelos quieren para nosotros.

Abrazo fuerte!!!

Rodolfo Cruz Naranjo

Vivir la Vida con Sentido.

Sumando minutos

¡Hola!

Hace algunos días celebré un cumpleaños más, sin embargo no fue uno cualquiera; fue aquel donde llegas a la media teja. Como consecuencia y tomando consciencia que ya he avanzado en el 62% de una vida promedio en CR (80 años), me he puesto un poco romántico y caí en cuenta que no es lo mismo “estar aquí” que “vivir” y, cómo me quedan poco menos de 1.560 semanas, lo mejor es hacer lo que sea necesario para que valga la pena sumar minutos a la vida.

Leí una breve historia en un libro de Victor Küppers “Vivir la Vida con Sentido” que me impactó y espero recordarla diariamente.

Un breve resumen: Un viajero llega a un pueblo donde por casualidad ingresa al cementerio local y lee en las lápidas que la gran mayoría de las personas que allí se encuentran habían vivido poco tiempo, menos de diez años tal vez. Todas decían el nombre y el tiempo exacto con los años, meses y días. ¡Niños! pensó. Ello le produjo gran tristeza y conmoción hasta que el cuidador del cementerio que andaba por allí le explicó la razón, misma que, le cambió la perspectiva de vida.

La costumbre en el pueblo era que al cumplir 15 años a cada joven se le entregaba una libreta que siempre portaba consigo y cada vez que disfrutaba intensamente de algo, abría la libreta y anotaba en ella lo disfrutado y el tiempo que duró el gozo. Cuando alguien se moría entonces se abre la libreta y se suma el tiempo disfrutado para escribirlo en su tumba, ya que ese es el tiempo realmente vivido.

WOW WOW WOW! 50 años para abrir los ojos! La vida es sumar minutos que luego llenaran días, meses y años. Entonces voy a hacer que cada minuto sea maravilloso y se pueda apuntar en la libreta y, que los minutos de mierda que no se apuntan sean los menos.

Pero ¿qué es lo que hace que los minutos sean buenos o malos?

Sencillo, tener una buena ACTITUD ante la vida y los acontecimientos que se nos presentan. No controlamos lo que pasa, pero podemos trabajar en cómo reaccionar ante ello.

La vida es sumar minutos que luego llenaran días, meses y años. Hagamos que cada uno valga la pena por lo que nos resta de vida. Click To Tweet

Personalmente espero poder aumentar el ratio de vida / no vida en las horas que me quedan, por ello:

  1. No me quejaré más y entenderé que hay cosas que no puedo cambiar. Me enfocaré en las que sí puedo y estoy claro que tienen que ver solo conmigo mismo.
  2. Sonreiré.
  3. Aprovecharé el tiempo presente al máximo ya que es lo único que tengo. Usualmente pienso que mañana llegará y dejo cosas importantes por hacer… ¿y si no llega? (lo importante es: la familia y los verdaderos amigos. ¡Punto!)
  4. Seré agradecido con la vida.

Suena fácil, pero es un reto diario tremendo. Espero en unos años contarles cómo me fue.

Abrazo afectuoso,

Rodolfo, el de la media teja 😉

¿Cómo construir un mejor futuro? Constrúyalo desde el presente.

¿Cómo construir un mejor futuro?

¡Hola!

Todos nosotros, estoy seguro de ello, deseamos saber cómo construir un mejor futuro. Sin embargo, personalmente creo que es un error, uno muy grande el aferrarse a una idea como esa y hacerla un propósito de vida.

¿Por qué? Sencillo; por estar pensando en el mañana dejamos de vivir el hoy. ¿Quién nos puede asegurar que el mañana llegará?, o mejor dicho, que llegaremos con él.

Hay una cita que se le atribuye a John Lennon que dice algo como esto: “La vida es aquello que nos va sucediendo mientras nos empeñamos en hacer otros planes”. El tiempo es limitado, y aún así, lo perdemos en simplezas.

La vida es muy corta para centrarse demasiado en el futuro y olvidar disfrutar del presente. El futuro se construye desde el hoy. Click To Tweet

No me mal interpreten, no es mi deseo decir que hay que se irresponsables y no actuar para tener condiciones de vida positivas en los años por venir, pero podría ser que el desgaste de energía no reditue como esperamos.

Que el mañana no ahogue los triunfos del hoy

Estoy a punto de cumplir 50 años y la experiencia, golpes tremendos y alguno que otro triunfo, me ha ido ayudando a entender que es lo que importa y cómo construir un mejor futuro. Más joven todo importaba, ahora no es así y el sentido para priorizar sobre lo que es relevante crece. No trabajo tanto entonces en tener un mejor mañana; me concentro en lo importante que puedo hacer hoy.

Hace 30 años me era muy valioso el cómo me veían los demás. Hace 20 me importaba cómo ve veían en el trabajo. Hoy en día no me interesa para nada lo que piensen, porque, no es sustancial. Lo relevante es cómo me veo a mi mismo.

Les recomiendo que en las mañanas cuando se alistan y se ven en el espejo, se vean en el espejo!

Tomen su tiempo y piensen en lo que ven… ante todo revisen si el reflejo es de una persona de bien y qué podemos hacer para mejorar.

¿Cómo construir un mejor futuro? Constrúyalo desde el presente

Pensar a donde se quiere llegar sin hacer nada para llegar es poco productivo. Hacerse viejo no es hacerse mejor, John Maxwell nos dice que no deberíamos celebrar los cumpleaños, deberíamos celebrar el crecimiento y desarrollo que hemos tenido.

Ser más viejos nos lleva a morir, crecer nos lleva a impactar. Mañana no seremos mejores si no nos esforzamos en crecer hoy, evolucionar como personas y tomar conciencia de nuestras acciones.

Entonces, ¿cómo construir un mejor futuro? Bueno, para tener un mejor mañana debemos concentrarnos en el hoy, que es todo lo que tenemos, pero no en el día a día y en las cosas que tenemos que hacer, sino pensar estratégicamente en qué se requiere para llegar a un mejor mañana.

Conocimiento, curiosidad, habilidades blandas, inteligencia emocional, humildad y proactividad, son algunas herramientas que nos ayudarán a salir de nuestra área de confort pero con una hoja de ruta.

¿Algunos tips para construir su mejor versión?

1. CENTRARSE EN LOS DEMÁS, se aprende más de nosotros mismos cuando ayudamos o enseñamos a alguien.

2. SENTIDO CRÍTICO. La conciencia sobre nuestras acciones y decisiones es lo que activa nuestra capacidad de mejorar.

3. ENFOCARSE. No se puede vivir con base en el pasado o en las glorias pasadas, hay que avanzar para crecer. Los días buenos continuarán llegando para aquellos que saben discernir dónde es importante concentrar la energía.

4. CRECER SIGNIFICA CAMBIAR. Quien aspire a ser mejor debe saber que necesita evolucionar, el status quo es enemigo del crecimiento porque no reta, ni permite cuestionar nada.

En la vida debemos aprender y desaprender, buscar nuestra mejor versión en cada etapa y ayudar siempre a los demás. ¿Quiere cambiar? Empiece por ahí, que no hay manera de fallar.

© Rodolfo Cruz Naranjo 2024