Etiqueta: Inteligencia emocional

¿Cómo crecer más allá de uno mismo?

Seamos personas con significado

¡Hola!

Un día de estos estaba tomando un buen café con una persona muy apreciada y empezamos a conversar sobre si es posible dejar un legado en este mundo al momento de partir. Seguramente usted se ha preguntado lo mismo.

La verdad es que nunca lo sabremos a ciencia cierta. Quienes podrán definirlo son aquellos que quedan una vez nosotros no estemos. No nos daremos cuenta.

Sheryl Sandberg, alta ejecutiva de Facebook, nos lo recuerda cuando nos dice que el verdadero liderazgo es hacer de los demás mejores personas como resultado de nuestra presencia y asegurarse de que ese impacto perdure aún en nuestra ausencia.

Nuestra influencia es nuestro legado

Para dejar un legado debemos tener una vida con significado. Hay que compartir ese significado con quienes nos rodean y no solo reservarlo para nosotros mismos. De lo contrario, sería sencillamente egoísmo y nos lo llevamos a la tumba.

Vivir con significado es ser importante, pero no por el poder que ostentemos o la riqueza que acumulemos. Es ser trascendente, debido a las repercusiones positivas de nuestra convivencia con quienes nos rodean mientras compartimos la vida e incluso más allá.

John C. Maxwell nos ayuda mostrándonos un camino para tener una vida con significado. Nos dice que, a nivel individual, debo:

  1. Ver más allá de uno mismo.
  2. Crecer más allá de uno mismo.
  3. Dar más allá de uno mismo.
  4. Abrirse a los demás.
  5. Ir más allá de uno mismo.

Sin embargo, estos pasos no se recorren de un día para el otro. Son parte de un proceso personal que implica un gran compromiso. Exigen trabajar hora a hora, semana a semana, mes a mes, para ser una mejor persona.

¿Cómo crecer más allá de uno mismo?

Quisiera empezar con este paso que me parece transcendental, pues implica retarnos a nosotros mismos y encarar nuestros puntos débiles. En próximos artículos conversaremos sobre los otros cuatro pasos.

Si te rodeas de idiotas, es probable que te conviertas en uno. Share on X

Para crecer debemos explotar todo nuestro potencial. Suena sencillo, pero en la práctica realmente desconocemos nuestros límites. ¡La zona de confort nos afecta! Para descubrir nuestro potencial debemos estar dispuestos a pagar el precio y a trabajar duro.

Si queremos, por ejemplo, ser un gran nadador debemos tener una disciplina inquebrantable. Despertarnos todos los días antes de las 3:00 a.m. para entrenar, hacer todas nuestras actividades diarias y cerrar el día volviendo al gimnasio y a la piscina nuevamente.

En segundo lugar, debemos aprender de otros que sean mejores y que estén por encima nuestro. Hacerse rodear de exitosos nos hace exitosos. Me recuerda aquel chistecillo de que si se me encuentra en una habitación junto a tres idiotas ¡probablemente soy el cuarto! Debemos hacer el inverso.

Desinfle el ego y trabaje duro

Además, es importante pedir ayuda a quienes nos pueden “jalar” hacia arriba. Todas estas acciones requieren un gran sentido de humildad, otra virtud personal que podemos desarrollar. El ego inflado aleja a las personas, tanto así que hasta nosotros mismos no nos soportamos.

Es necesario cultivar nuestro potencial para que no se oxide y no merme a lo largo del tiempo. Solo hay una manera de lograr que nuestro potencial se incremente y se muestre en todo su esplendor: ¡trabajar!

Abrazo afectuoso,

Rodolfo Cruz Naranjo

Ignorancia vs Arrogancia

La ignorancia nos encadena a la zona de confort

¡Hola!

Un día de estos me llamaron ignorante. ¿Adivinen qué? El comentario no me lo tomé mal, por el contrario, me pareció que quien me lo dijo tenía mucha razón. Siga leyendo, más adelante explico mi punto.

¿Sabemos o no sabemos? Esa es la pregunta

Todos somos de verdad ignorantes, porque sabemos muy poco con respecto a lo que de verdad podríamos saber y/o conocer. Nuestras capacidades son grandes y nuestra capacidad de aprender también.

La ignorancia no es algo malo, siempre y cuando la reconozcamos. Puede llevarnos a aprender lo que se necesita. Pero esto nos asusta porque nos hace parecer ignorantes ante los demás y ante uno mismo. Es un círculo vicioso del cual hay que salirse.

Es común que las cosas que nos “gustan” las realicemos de manera reiterada y las que nos “disgustan” las dejamos de lado. Me atrevo a decir que estas últimas no las realizamos porque sencillamente ni siquiera las hemos probado. ¡Podría ser que nos estemos perdiendo de mucho sin darnos cuenta!

Ignorancia vrs Arrogancia

La ignorancia es la falta de conocimientos en particular o a nivel general. Quienes ignoramos algo no lo conocemos o no lo comprendemos. Sencillamente no sabemos.

La arrogancia es un defecto de la personalidad. El individuo arrogante siente un orgullo excesivo sobre sí mismo. Exige un reconocimiento desmedido, pensando que debe tener privilegios que, en realidad, no tiene ni le corresponden.

El mayor problema es cuando tenemos el combo ignorancia-arrogancia y no somos capaces de reconocerlo ni cambiar.

La peligrosa zona de confort

La ausencia de nuevos conocimientos o nuevas experiencias va ocurriendo conforme avanzamos en la vida. De niños siempre andábamos aprendiendo o experimentando, pero de grandes tenemos problemas con lo que llamamos nuestra zona de confort.

Nuestra zona de confort atenta contra nuestro verdadero potencial. Pero claramente es nuestra zona segura y por eso se nos hace tan difícil salir de ella.

En el trabajo y en las relaciones es muy común que nos sintamos en la zona de confort. Es allí donde el cumplimiento de nuestra tarea requiere poco esfuerzo y produce resultados apenas aceptables, con los cuales nos conformamos.

No trabajamos en alimentar nuestras relaciones y nos contentamos con mantenerlas. Es este estado donde sentimos que se nos brinda seguridad, se nos genera una verdadera sensación de comodidad, alivio y confianza en nosotros mismos. La realidad es que estamos estancados.

Ocultamos la cabeza en la arena

A nivel general usamos la ignorancia como una herramienta para mantener el status quo. Este es el razonamiento: cuando no sabemos, entonces no podemos cambiar las cosas y, como nos sentimos seguros, no hay un verdadero interés en cambiar.

Somos seres excepcionales y eso es lo que podemos y debemos entregar. ¡Pero primero debemos reconocer que somos ignorantes! En otras palabras, primero hay que conocer la realidad para poder modificarla. Lo que nos pasa es que escondemos la cabeza bajo la tierra. Hacemos como si no fuera con nosotros.

Una cualidad de los líderes es su alto nivel de inteligencia emocional (IE), la cual incluye el autoconocimiento. Debemos tener suficiente conciencia para reconocer que si seguimos ignorando a propósito perdemos las oportunidades de aprender y aumentar nuestro valor.

Si creemos que la ignorancia es algo negativo y la juzgamos así, no podremos empezar a hacer las cosas que deberíamos de verdad estar haciendo. Esto es igual a ser un arrogante, alguien altanero o soberbio.

Somos seres excepcionales. Eso es lo que podemos y debemos entregar. Pero para crecer debemos reconocer primero que somos ignorantes y hacer algo al respecto. Share on X

Es importante diferenciar entre la arrogancia, la autoestima y la confianza en uno mismo. Tener una elevada autoestima es un elemento de la IE y significa confiar en las capacidades personales. No supone un defecto ni debe entenderse como negativo. Por el contrario, resulta saludable y beneficioso para la persona. La arrogancia es la ausencia de dicho sentimiento.

No seamos arrogantes. No evadamos la ignorancia ni la juzguemos como algo totalmente negativo. Por el contrario, reconozcámonos como ignorantes. De esta manera podremos identificar si estamos en zona de confort y qué debemos hacer para salir de ella.

Pregúntese sinceramente: ¿cuándo fue la última vez que hice algo por primera vez?

Abrazo de un ignorante que les aprecia.

Rodolfo Cruz Naranjo.

¿Títulos, posiciones?

Estudiar, ¿para qué?

¡Hola!

¡Quiero que el liderazgo aumente!

Siempre que interactúo con mis alumnos les pregunto para qué estudian y buscar tener un título. ¿Cuál es el propósito de estudiar?¿Qué es el trabajo? ¿Qué les hace felices? Lo hago adrede para dejar una semilla de inquietud en ellos y saber si buscan también ser felices en el trabajo.

El silencio es la respuesta usual que recibo, dudas o ideas que a todas luces no salen del corazón sino de la mente, que trata de racionalizar algo que no se pone en palabras.

Esto implica, desde mi punto de ver las cosas, que no tenemos el autoconocimiento vital para ser felices y valorar lo importante de la vida. Insisto, circulamos muy rápido y lo importante no lo vemos. “Lo esencial es invisible a los ojos”, nos decía Antoine de Saint-Exupéry en “El Principito” (1943).

Poseer claridad de propósito es el secreto del éxito. En mi caso deseo ser una buena persona que le aporte positivamente a todos aquellos con los que pueda interactuar, ya sea directa o indirectamente. Debo confesar que estoy muy lejos de lograrlo, pero lo tengo claro y me estoy enfocando en lograrlo.

Las respuestas de personas con responsabilidades en empresas globales y con personal a cargo giran, en la mayoría de los casos, en torno a ser mejores profesionales, tener mayor conocimiento, apoyar al crecimiento organizacional. Sobre la pregunta de qué es el trabajo, lo ven como un medio, algo que se debe hacer para vivir bien.

¿Qué les hace felices? Nos dicen que lo que les hace felices es ser exitosos. Por supuesto que respeto estas ideas, pero me gustaría ahora agregar asuntos que se olvidan y que he descubierto conforme me hago viejo.

Liderazgo de servicio

El propósito de prepararse en cualquier campo debe ser el de convertirse en una mejor persona y servir al prójimo. Punto. Hay un poder especial en el ser humano que proviene del liderazgo de servicio.

En el trabajo el objetivo no puede ser el dinero. Es servir a los demás. Debemos entender que el servicio viene antes de las recompensas. Que las personas y sus talentos vienen antes del dinero. El éxito no es ni más ni menos que marcar una diferencia positiva en los demás.

El trabajo es algo aterrador por la responsabilidad que conlleva. Pero también es la oportunidad que se nos otorga de mejorar la calidad de vida, de empujar a la gente a cimas que nunca se imaginaron. Impulsar a los que están más abajo, acompañarlos y brindarles seguridad. Esto se hace un día a la vez, ¡todos los días!

¿Títulos, posiciones?

Es usual que deseemos subir en las organizaciones…pero les comparto un secreto a voces: ¡nadie sigue a un título!

Las personas seguimos el valor y la integridad. Esto implica que los verdaderos líderes se convierten en personas de influencia independientemente del lugar que ocupan en el organigrama. Nuestra influencia no está vinculada a nuestros títulos o a nuestros reconocimientos.

¡Dejémonos de mates! como decía mi madre. Cuando nos ofrecen un mejor puesto que pague más o que tenga una mejor oficina, un parqueo bajo techo o una mejor bonificación, pensemos si allí impactaremos mejor a las personas y si seríamos felices.

Si dudamos un minuto, les aseguro que no conviene. Si no estamos dispuestos a servir, estoy seguro que no vamos a servir en ese lugar o posición por más privilegiada que sea.

Insisto en este tema porque me molesta ver lugares de trabajo en donde las personas no son felices y, por tanto, no hacen su trabajo con espíritu de servicio. Estoy deseoso de que se tome conciencia y avancemos hacia mejores organizaciones, donde se la pase uno pura vida.

¡Abrazo!

Rodolfo Cruz Naranjo

PD.

Cuatro enseñanzas que la vida me ha dado

Para tí hijo, con cariño

¡Hola!

Como cualquier persona que vive y que tiene la bendición de sumar experiencias a sus años, siempre llega un momento en el que sentimos que tenemos libertad para compartir ideas como resultado precisamente de haber vivido. Esto es para tí hijo, con cariño.

Creo que me ha llegado ese momento. No me considero poseedor de tan siquiera una pizca de sabiduría, pero quiero mencionar algunas breves lecciones aprendidas.

Aprendizajes hay en todo evento de la vida, pero algunos se revelan años después. Cuando era joven discutía mucho con mi madre porque para mí “ella no sabía y no me entendía”. Esa era mi visión de vida de ese entonces. Claramente me comportaba como un “imbécil”.

Nos cuesta mucho escuchar el consejo amable de los mayores cuando somos jóvenes. Aunque no los tomemos en cuenta por nuestra inmadurez, conviene escucharles. El tiempo dirá y nos mostrará si eran de valor.

Cuatro enseñanzas que la vida me ha dado

1. Nuestros buenos tiempos son temporales y los malos, también. Una persona muy cercana tenía autores “preferidos” y claramente se esforzaba en que yo los leyera. Uno de ellos, Og Mandino, nos recuerda que todo pasa.

Si la vida te da limones, ¡limonada entonces!. Share on X

Así que cuando nos podemos reír con la vida, hagámoslo al 100%. Cuando las cosas se ponen oscuras, pues para adelante con fuerza. La vida es una cosa extraña y aunque nos esforcemos en preparar nuestra hoja de ruta, siempre habrá sorpresas que le ponen picardía, dolor y/o felicidad.

Los eventos dolorosos no son exclusivos nuestros, aunque de esa forma lo creamos. Les aseguro que, en ese sentido, no somos tan importantes.

2. Debemos vivir el hoy. Como nos recuerda Lao Tzu, uno de los filósofos más relevantes de la civilización china, si estamos algo deprimidos es sencillamente que estamos viviendo en el pasado. Si sufrimos de ansiedad es que estamos viviendo en el futuro. Esforcémonos por estar en paz, ubicándonos en el presente.

Quienes deben tener control de la situación somos nosotros mismos. Daniel Goleman nos recomienda practicar y dominar el arte del autoconocimiento, elemento fundamental de la Inteligencia Emocional, habilidad que debemos y podemos desarrollar. Si desea ojear el libro, haga click aquí, encontrará este y otros recursos.

3. Ser felices requiere un esfuerzo enorme y toma trabajo. No hay que asustarse de no sentirse feliz siempre. Si fuera así, algo extraño estaría sucediendo.

No es sencillo porque implica lidiar nada más y nada menos que con uno mismo, para tomar el control de la vida. Debemos tener una alta autoestima para ser capaces de analizar las partes negativas de los problemas de manera abierta y honesta. Esto nos permitirá mejorar nuestra vida de manera significativa y duradera. Muchas veces traté, por ejemplo, de agradar a otras personas y dejaba de ser yo mismo creyendo que me haría feliz. Sucedió que por fingir no resultó y una mayoría de esas personas no eran tan importantes como creía.

Esto significa de manera sencilla que debemos poner la energía en lo positivo. Este esfuerzo se vuelve un hábito. Pero primero hay que pagar el precio, completar el proceso y saber que los resultados no se obtienen de forma inmediata.

4. Lo importante en la vida, lo realmente importante en la vida, son la familia y unos cuantos amigos. Punto. Estoy parafraseando a Victor Kuppers, quien a su vez lo tomó de Steven Covey. Creemos que el éxito, el dinero y otras cosas mundanas son importantes. Sin embargo…¿qué se va a llevar y quién le va a llorar?

Aproveche la vida

La vida da segundas oportunidades. Si se presentan, aprovéchelas. Se sufre cuando cometemos errores grandes y esos momentos son duros, pero son mensajes que la vida nos entrega para aprender y crecer como personas.

Abrazo fuerte,

Rodolfo.

Comprendamos por qué no somos felices.

Seis razones que nos impiden ser felices

¡Hola!

En nuestros momentos de reflexión siempre analizamos el tema de la felicidad. A veces podemos sentir que no lo somos al 100%, ¿pero por qué? Más allá de la nostalgia que aflora, simplemente parece ser que algo falta y no logramos identificarlo. En este blog conversaremos sobre seis razones que nos impiden ser felices.

Empecemos por las primeras reflexiones. Le sacamos más a la vida de lo que damos, lo que por supuesto que es normal; siempre hay espacio de mejora y la necesidad de hacer más esfuerzos. La mayoría sabemos que el bien que hacemos no siempre representa lo mejor de nosotros.

Muchas veces nos sentimos infelices y no debería ser así. Si estamos vivos tenemos un nuevo día para echar pa’lante. Dado que nuestro estado de ánimo afecta a quienes nos rodean, es nuestra obligación saber por qué no somos felices y trabajar en ello.

Comprendamos por qué no somos felices

Usualmente no somos felices por razones que podemos trabajar. Es importante conocer estas causas para prepararnos de cara al futuro y enfrentarlas:

1. Porque no hemos decidido ser felices. Ser feliz es una decisión. La felicidad es un hábito. Si muchas personas no son felices es porque en primera instancia nunca han decidido serlo. El primer paso es comprometerse con usted mismo a ser feliz. Punto.

2. Porque no aceptamos nuestra abundancia. La mayoría de las personas viven en un mundo de escasez. Piensan que no hay suficiente y que para obtener algo deben quitárselo a otros. Estoy seguro que usted tiene más de lo necesario para vivir. No importa su condición, si al momento en que lee este blog sigue vivo, entonces no le ha faltado lo necesario para vivir. Trabaje con lo bueno y multiplíquelo.

3. Porque somos demasiado exigentes con la vida. Tenemos falsas creencias sobre la vida perfecta. Queremos todo a nuestra manera, porque nos han enseñado erróneamente que tener es felicidad. Aprendamos a disfrutar las cosas sencillas y cotidianas. La magia está en los pequeños detalles. Construyamos nuestro propio concepto de felicidad, según nuestras propias expectativas. 

4. Porque vivimos comparándonos con otros. Compararse con otros es una de las claves de la infelicidad. Es fácil enfocarse en lo que logran. Pero puede que nunca conozcamos el precio que tuvieron que pagar por lo que tienen. La única persona con la que usted debe compararse es usted mismo. La vida es demasiado corta para vivirla a sombras de otras personas.

5. Porque no dejamos atrás el pasado o no dejamos de pensar en el futuro. No piense en lo que usted fue, piense en la persona en la que quiere convertirse. No piense en lo que hizo, piense en lo que puede hacer eso. Enfóquese en estar presente en el aquí y el ahora. Saque de su maletín las piedras innecesarias.

6. Porque creemos falsamente que nos falta algo: Lo único que nos detiene es la creencia de que tiene que ocurrir algo para que seamos felices. En realidad, no tiene que ocurrir nada para que lo seamos. Ya tenemos todas las razones del mundo para ser felices, solo por el hecho de seguir respirando día tras día. 

Comencemos por nosotros mismos

A veces no sabemos identificar los momentos de felicidad y no sabemos si realmente somos felices. El amor es una gran fuente de felicidad. Pero tengamos claridad de que para entregar amor debemos amarnos primero a nosotros mismos. Practique el respeto y la lealtad con la persona que le acompañará cada día de su vida: usted mismo.

Un gran amigo me dio el gran consejo de que para ser un líder e impactar en los demás ante todo debemos ser buenas personas. Una buena persona no es una persona perfecta. Es aquella que se encuentra en equilibrio y acepta la necesidad de un proceso de mejora en todos los ámbitos de su vida.

Las emociones determinan nuestros comportamientos y conductas. Alegría, tristeza, frustración, miedo, ansiedad, envidia, rabia. Son un motor, nos hablan y debemos aprender a escucharlas para saber cómo controlarlas y gestionar nuestra felicidad.

Conociendo las razones por las cuales no somos felices, trabajemos fuerte en evitarlas. No hay nada mejor que una persona en equilibrio, feliz con lo que tiene y capaz de morirse de risa todos los días.

¡Abrazooote!

Rodolfo E. Cruz

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